° Poco a poco las verdaderas historias están saliendo a la luz en los medios, sin embargo sigue siendo difícil encontrarlas debido a la atención negativa que tiene una historia de esta magnitud como los errores cometidos por El Capitán y las enormes quejas de los pasajeros, sin embargo esta nota salió publicada el día de hoy y vale la pena traducirla y compartirla aquí en la Cueva.
- La tripulación del desastre Italiano lucho por salvar a los pasajeros -
Por Steve Scherer
Grosseto, Italia | Jue 18 de enero 2012 10:43 am EST
18 ene (Reuters) - Cuando el Costa Concordia se ladeaba en gran medida hacia su lado de estribor, Ciro Iosso y otros miembros de la tripulación calmaron el pánico de pasajeros y guiaron a cientos hacia los botes salvavidas, incluso después de que el capitán ya había abandonado el barco.
Abajo, mientras la sala de máquinas se inundaba en cuestión de minutos, el tercer oficial Andrea Carollo se dio cuenta de que nada se podía hacer allí y se apresuro a ayudar a los pasajeros que esperaban para bajar del crucero, escoriado con una roca de la isla italiana.
Ansiosos por demostrar que habían cumplido con su deber, los navegantes se han distanciado de la crítica, dirigida en particular a su capitán y a lo que sucedió en esa noche del rescate.
"Yo podría haberme salvado a mi mismo y no cumplir con mi deber, pero no lo hice. Esperé y ayude a que al menos 300 personas subieran en los botes salvavidas", dijo Iosso, un electricista en el barco perdido.
"Estoy muy orgulloso y, sobre todo, tengo la conciencia tranquila", dijo mientras esperaba un boleto de tren que lo llevara a casa con su esposa y su hijo de cinco años de edad, cerca de Nápoles.
La historia de la tripulación se ha visto ensombrecida por las quejas de los pasajeros sobre el caos y la falta de comunicación durante la evacuación y, sobre todo, por los errores y la presunta cobardía del capitán Francesco Schettino, quien está acusado de causar el accidente y luego abandonar el barco.
Alrededor de 100 miembros de la tripulación han estado hospedados en un hotel en la ciudad de Grosseto, no lejos de la isla de Giglio, donde ocurrió el accidente.
Junto con el resto de Italia, ellos han escuchado la grabación dramática de un oficial de la guardia costera ordenando a Schettino de vuelta a bordo para dirigir la evacuación y muchos se sienten injustamente aludidos por las acusaciones contra el comandante de la nave.
"A diferencia del capitán, nos quedamos allí hasta el final. Hicimos todo lo posible para evitar una catástrofe", dijo Carollo, de 26 años de edad y tercer oficial en la sala de máquinas.
La historia de Carollo es emblemática. Después de trabajar un turno de 12 horas, estaba durmiendo cuando el barco pasó demasiado cerca de la isla de Giglio y se estrello contra las rocas afiladas a las 9:45 pm
Para el momento en que saltó de la cama, se vistió y abrió la puerta de su cabina, ya había agua corriendo por el pasillo.
Se reporto en la sala de máquinas, y a través de los portales cerrados, y escotillas herméticas, pudo ver que el agua ya había envuelto a los generadores y los motores en sólo 10 minutos.
"Dentro de los siguientes 15 minutos, la sala de máquinas le reporto a el puente que no había nada que hacer. La situación no tenía arreglo", dijo Carollo.
Se reporto a su puesto de emergencia. Un salvavidas para 35 miembros de la tripulación, que esperaba la orden de abandono del buque, y que no llego por más de una hora, llevando a muchos oficiales jóvenes a tomar el asunto en sus propias manos y comenzar a evacuar a los pasajeros.
"No esperamos que el capitán diera la orden de abandonar el barco. Vimos la gravedad de la situación, y lo hicimos nosotros mismos", dijo Alberto Fiorito, de 28 años, un oficial y un maquinista en el barco.
ORDENES DE COMIDA
Estas historias han sido en gran parte sumergidas bajo una avalancha de denuncias de que la tripulación, la gran mayoría de ellos personal de servicio en lugar de marineros cualificados, manejaron mal el rescate y que dejaron a los pasajeros esperando durante horas para ser evacuados.
Miembros de la tripulación se han sentido difamados por los pasajeros que se quejaron de que no hablaban italiano y que no podían comunicarse y expresan que pusieron la vida de los pasajeros antes de la de ellos mismos.
"Algunos de los pasajeros nos pedían que recuperáramos su equipaje, y otros pidieron platos de comida, sentados en los botes salvavidas", dijo Karnaatha Rameshana, de 37 años, de Mumbai.
Ella era el único miembro femenino del personal de seguridad del buque, compuesto por 11 miembros. Ella misma puso a una mujer ciega en un bote salvavidas, y vio a dos miembros de la tripulación cargar a pasajeros en sillas de ruedas en la espalda y hacia los botes.
Algunos pasajeros tuvieron ataques de pánico, y los niños tenían que ser calmados y ponerlos cerca de sus padres.
"Hay que estar preparado mentalmente para una situación de emergencia, y lo estábamos. Se nos ha dado capacitación y sabemos lo que hay que hacer. Cada semana tenemos que entrenar para diferentes escenarios", dijo Rameshana.
"Mientras esperábamos la orden de abandono del buque, mantuvimos a los pasajeros listos. Todo el mundo tenía chalecos salvavidas y todos estaban listos cuando abandonamos el barco, incluyendo a los niños", dijo.
Esperando por boletos de tren o avión para regresar a casa, la tripulación proveniente de Italia, Filipinas, India, Indonesia y China, llena formularios de seguros y se prueba la ropa de reemplazo y los zapatos entregados en bolsas grandes por los representantes de Costa Crociere, la compañía propietaria del Concordia.
"Estamos muy decepcionados de que los medios de comunicación nos están presentando como si nosotros no estábamos preparados, o que nosotros no cumplimos con nuestro deber. No es justo", dijo Iosso.
"Espero que nuestra historia sea dicha porque yo quiero ser capaz de salvar ese artículo y mostrárselo a mi hijo algún día y que vea que hice algo importante, algo que lo debe hacer sentir orgulloso de su padre."
(Editado por Giles Elggod Traducido por la Cueva)
° Nota original. Aquí.